sábado, 22 de septiembre de 2012

Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles: Llamado contra la financierización

Por WRM

Nota de prensa

Organizaciones y activistas de 45 países alertan hoy- el Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, en carta abierta (ver abajo)- de un fenómeno nuevo: la expansión de los monocultivos viene siendo cada vez más estimulada por el capital financiero.

Según la carta, dicho incentivo forma parte un proceso mayor a través del cual “los mercados financieros especulativos han adquirido cada vez más poder sobre el resto de la economía y de la vida.” La carta constata también que  "Surge la Economía Verde, estimulada por la ONU y racionalizada con la justificación de que la única forma de garantizar que la naturaleza sea preservada es atribuirle un precio.”

Y continúa: “Preservar la naturaleza se convierte en un negocio, que restringe el acceso de las comunidades locales a zonas y bienes que son esenciales para su supervivencia. Los proyectos REDD y proto-REDD son un claro ejemplo”.

También agrega que “En muchos casos, los propios actores están especulando con el “negocio de la naturaleza” y están enriqueciéndose con su destrucción. Al mismo tiempo en que se explotan los ‘servicios ambientales’, el capital financiero también continúa expandiendo sus intereses en actividades destructivas. Por ejemplo, cada vez es más común que los fondos de pensión o de inversión de los países del Norte inviertan en grandes plantaciones de monocultivos de árboles en los países del Sur y especulen con ello."

Según Winnie Overbeek, coordinador internacional del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM): “Hoy en día las plantaciones de monocultivos de árboles que, principalmente en los países del Sur, han causado graves problemas sociales y ambientales a las poblaciones locales encuentran un nuevo estímulo con dichas inversiones del capital financiero, especulativo, cuyo único interés es el lucro rápido y fácil. Esto está agravando la concentración de tierras y amenazando la soberanía alimentaria de poblaciones y regiones enteras”.

En el día de la fecha, en varios países, esta carta será enviada a los gobiernos nacionales, en las vísperas de la Undécima Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica, que se realizará en la India, del 1º al 19 de octubre.

Las organizaciones y activistas exigen que los gobiernos interrumpan la expansión de las plantaciones de árboles en los territorios y asuman una postura firme en la Convención, en contra de la creciente financierización de la naturaleza.

Lo que los pueblos indígenas suelen nombrar como “lo sagrado” no puede tener precio;¡ debe ser defendido!


CARTA ABIERTA a los GOBIERNOS NACIONALES por ocasión del 21 de setiembre, Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles

La humanidad enfrenta una crisis ambiental, económica y climática que representa una amenaza a su supervivencia. La destrucción de los ecosistemas pone en riesgo no solo a las comunidades que dependen directamente de ellos, sino también al planeta como un todo. Los centros de poder no cuestionan los imperativos de producción y consumo que son responsables de esta situación. Por lo contrario, están promoviendo falsas soluciones que hacen posible que los mismos actores que crearon la crisis continúen acumulando riqueza mientras la mayor parte de la población mundial ve como su modo de vida se deteriora.

Hoy en día, presenciamos la confluencia de dos procesos: la incorporación de nuevos aspectos de la vida a la economía de mercado y a la financierización de la propia economía, incluyendo la especulación con nuevas mercaderías "verdes".

Las sociedades capitalistas siempre se apoderaron de la naturaleza, humana y no humana. Actualmente, se está desarrollando una serie de productos radicalmente nuevos para la venta: carbono, biodiversidad, agua. Al mismo tiempo, los mercados financieros especulativos han adquirido cada vez más poder sobre el resto de la economía y de la vida, en respuesta a la crisis capitalista que comenzó en la década de 1970. Surge la Economía Verde, estimulada por la ONU y racionalizada con la justificación de que la única forma de garantizar que la naturaleza sea preservada es atribuirle un precio. Como nuevos objetos de comercio y especulación, las llamadas mercaderías de los “servicios ambientales” son propuestas como la salvación de una economía que continúa centrada en el saqueo y en la explotación.

Para los actores que se enriquecen por medio de la financierización de la naturaleza- bancos, fondos de inversión, fondos de pensión, multinacionales- la Economía Verde sólo significa nuevas oportunidades de negocios. Actuando en sintonía con grandes organizaciones conservacionistas, se apoderan de procesos de la ONU, como las Convenciones sobre Cambio Climático y Biodiversidad, y los usan para legitimar sus acciones.

Preservar la naturaleza se convierte en un negocio, que restringe el acceso de las comunidades locales a zonas y bienes que son esenciales para su supervivencia. Los proyectos REDD y proto-REDD son un claro ejemplo, como se enfatizó en las reuniones de la reciente Cumbre Mundial Rio+20.

En muchos casos, son los mismos actores que están especulando con el “negocio de la naturaleza” y enriqueciéndose con su destrucción. Al mismo tiempo en que explotan los “servicios ambientales”, el capital financiero también continúa expandiendo sus intereses en actividades destructivas. Por ejemplo, cada vez es más común que los fondos de pensión o de inversión de países del Norte inviertan en grandes plantaciones de monocultivos de árboles en los países del Sur y especulen con ello. Los impactos negativos sobre los ecosistemas, la biodiversidad, las fuentes de agua y los medios de supervivencia de las comunidades locales han sido ampliamente demostrados.

Este es un llamado a la unificación de nuestras luchas para exigir que los gobiernos inicien un proceso de desmantelamiento de la especulación y mercantilización de la vida, con el fin de ayudar y proteger a los paisajes y a los modos de supervivencia, de la destrucción y de la desigualdad, exacerbadas por la financiarización de la vida.

Es por ello que- como parte del Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, el 21 de setiembre, y en la víspera de la Undécima Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica, que se realizará en la India, del 1º al 19 de octubre- estamos lanzando esta carta abierta, en la que exigimos que nuestros gobiernos interrumpan la expansión de las plantaciones de árboles en nuestros territorios y asuman una postura firme en la Convención, en contra de la creciente financierización de la naturaleza.

¡Lo que los pueblos indígenas suelen nombrar como  “lo sagrado” no puede tener precio debe ser defendido!

La carta con la lista completa de firmantes puede accederse en:


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