miércoles, 6 de agosto de 2014

Excelente idea de reconvertir deuda pública en El Salvador

Foto G. Trucchi | Opera Mundi
Por César Villalona | Verdad Digital

El presidente Salvador Sánchez Cerén anunció el interés del gobierno de reconvertir la deuda pública, que asciende  a 15,051 millones de dólares. La operación consistiría en que uno o varios estados con muchos recursos le presten al Estado salvadoreño un monto equivalente al de la deuda. Con ese dinero, el Estado pagaría toda su deuda actual y luego les pagaría a los estados que le prestaron, pero a un interés bajo y en un plazo largo.

Del total de la deuda pública, el 54% es externa, con gobiernos, organismos multilaterales y bancos privados, y el 46% es interna, contraída con bancos, AFP y otros acreedores. La mayor parte de la deuda pública (11,300 millones) la tiene el Sector Público no Financiero, principalmente el Gobierno Central, que carga con el 95%. El resto es del Sector Público Financiero y del Banco Central de Reserva.

Más del 70% de la deuda la contrajeron los gobiernos de ARENA, principalmente los que presidieron Armando Calderón Sol, que la aumentó 108%, y Francisco Flores, que la elevó en un 68%. Durante el gobierno presidido por Mauricio Funes aumentó 45%, sobre todo por el Fideicomiso de pensiones aprobado durante la gestión de Antonio Saca y que obliga al gobierno a endeudarse cada año con las AFP por cientos de millones de dólares para pagar las pensiones.

En caso de que se dificulte vender de inmediato toda la deuda pública, se podría comenzar con la del Gobierno Central, que anda por los 10,700 millones, o con la deuda externa, que es de 8,073 millones.

Un Estado al que se le podría tratar de vender la deuda pública o una parte de ella es la Federación Rusa, que posee 520,000 millones de dólares de reservas monetarias. También se podría explorar con China, que dispone de más dinero que Rusia, o con Venezuela, que podría comprar una parte de nuestra deuda.

Ante el anuncio del presidente Cerén, algunos dirigentes de ARENA comenzaron a decir que se pondría en riesgo la soberanía nacional. Nada más absurdo. Negociaciones como esa nada tienen que ver con asuntos de soberanía, sino de negocios y de cooperación.

La dirigencia de ARENA se opone a todo lo que pueda ser bueno para el gobierno y para el pueblo, pues cree que si los problemas nacionales no se resuelven la gente les dará el voto y les ayudará a salir de su crisis interna. O sea, quiere superar sus problemas a costa de otros. Pero el gobierno seguirá su camino y la situación del país irá mejorando.


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