miércoles, 30 de diciembre de 2015

¿Dónde está la oposición nicaraguense?

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Sigue arrastrando el gran reto de la unificación para el 2016

Por Adolfo Pastrán Arancibia
Al cierre de este año, la oposición política nicaragüense sigue dividida, sin un liderazgo único y sin estrategia común, aunque todos los grupos hablan de unidad, de ir juntos a las elecciones del 2016, con la novedad de que se hicieron esfuerzos de reagrupamiento.

Al menos tres grupos se han conformado este año en tres alianzas: la Coalición Nacional por la Democracia que lidera el PLI, la Alianza Unidad Democrática bajo el alero de Hagamos Democracia y la Alianza Republicana y Liberal que encabeza el PLC. Todos dicen tener como objetivo común alcanzar el poder, reconstruir la democracia, la institucionalidad, ganándole electoralmente al Frente Sandinista.

Las estrategias de cada grupo son diferentes. Los más radicales apuestan a las protestas callejeras; otros a la participación electoral y otros a la guerra de desgaste económico y la inseguridad ciudadana. Todos los proyectos son disímiles, mientras que en los medios de comunicación y las redes sociales se siguen reflejando disputas, ataques personales y zancadillas.

Las diferencias en la oposición son variadas, sin ningún plan de gobierno alternativo de cómo reducir la pobreza, generar empleo, hacer crecer más la economía y mantener los niveles de paz y seguridad de que goza el país. Tampoco se sabe cuál es la propuesta de política exterior que tienen los oponentes al sandinismo. El discurso sigue siendo el mismo: vivimos en una dictadura, la institucionalidad y el estado de derecho está destruido, no es cierto el crecimiento económico del país, los empresarios son oportunistas y todo lo que hace el gobierno es malo y negro, el país no tiene futuro.

De entre todos los grupos, el más notable fue el que encabezó el Partido Liberal Independiente (PLI), que bajo el liderazgo del diputado Eduardo Montealegre, creó la Coalición Nacional por la Democracia, un paraguas que acogió a disidentes del PLC; grupos evangélicos con el Reverendo Saturnino Cerrato al frente; el Movimiento Renovador Sandinista (MRS); ex aliados del FSLN como la Unidad Demócrata Cristiana y ex jefes de la extinta contra o Resistencia Nicaragüense. De todos estos movimientos, solo el PLI tiene personería jurídica.  

Este bloque se plantó cada miércoles frente al Consejo Supremo Electoral en Metrocentro para exigir garantías mínimas electorales, y aunque sus protestas en vez de crecer mermaron en tamaño, logró objetivos mediáticos, al poner enfrentamientos con la Policía Nacional en las portadas de las noticias nacionales e internacionales y quejarse de falta de libertades.

El PLI modificó levemente su estrategia, siendo más críticos desde sus curules en la Asamblea Nacional y activando la movilización social desde la calle, pero que no creció como se esperaba, porque no pudo involucrar a otros actores sociales más allá del MRS y organismos de la sociedad civil. Sus diputados, que amenazaron con abandonar la Asamblea Nacional en presión por garantías electorales, no lo hicieron.

Los diferentes grupos de oposición que existen actualmente en el país, proclamaron sus deseos de unidad a lo largo de todo el año, pero terminaron igual de fragmentados, prometiéndose reagruparse antes de las elecciones generales del 2016. La mayoría rechaza someterse a elecciones primarias internas, inclinándose por el dedazo, que ellos llaman consenso.

Otros grupos también se congregaron bajo el alero de Hagamos Democracia, creando la Alianza Unidad Democrática, cuyos partidos más representativos son el histórico Partido Conservador y Acción Ciudadana del ex guerrillero Moisés Hassan, quienes sí están de acuerdo en escoger sus candidatos a través de primarias entre partidos.

El Partido Liberal Constitucionalista del ex presidente Arnoldo Alemán también creó su propia alianza política con otros grupos y centrales obreras y designó como su candidato presidencial a mano alzada al ex diputado conservador Noel Vidaurre, quien los había urgido de hacerlo con tiempo para recorrer el país. El PLC se concentró en su organización y estructura partidaria municipio por municipio, aunque una demostración de fuerza en Managua, con una manifestación, no superó las expectativas. Vidaurre se ha limitado a conversar con la dirigencia del PLI sobre una posible alianza.

Este año estos grupos se mantuvieron iguales en tamaño y simpatías, mientras que el FSLN creció exponencialmente. Así lo destacaron tres encuestadoras: CID Gallup, Borge y Asociados y M&R Consultores.

Durante el 2015, el rango de simpatías partidarias por partidos de oposición osciló entre 8.0% y 9.0%; la aprobación a las actuaciones de estos partidos estuvo entre (menos) -70.7% y (menos) -67.7%; y la confianza en dichos partidos estuvo en el rango de (menos) -75.0%, en promedio.

Es decir, que a juicio de la población, los partidos de oposición tienen un desempeño negativo. El PLC se mantuvo con 6% por encima del PLI que osciló entre el 2.5 y el 3%. Juntos no llegan al 10% de simpatía nacional.

“Hay que tener en cuenta que hasta el año 2007 la oposición (entonces liberales en el poder) contaba con un respaldo de aproximadamente 65%, respaldo que ha perdido en los últimos siete años”, dijo a INFORME PASTRAN el Gerente General de M&R, Raúl Obregón.

Para el experto, “el panorama 2016 no pareciera ser muy alentador para los partidos de oposición, sin embargo, si en lugar de continuar dividiéndose iniciaran un proceso serio de unidad y además, que mostraran algún grado de interés en contribuir a la solución de los problemas más sentidos de la población, posiblemente sus acciones podrían subir quizá hasta un 40%”.

En estos días, Eduardo Montealegre confirmó que reanudó sus conversaciones con el aspirante presidencial del PLC, Noel Vidaurre y la Presidenta de ese partido, María Haydee Osuna, para acelerar un posible acuerdo unitario, que implique definir la casilla en la que correrían y los mecanismos de selección de los candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia y diputados.

Ni el PLC, ni el PLI han conformado comisiones institucionales, desde que las rompieron meses atrás, pero nuevamente hablan de la unidad. El PLI lo hace como partido, fuera de la Coalición Nacional por la Democracia, desde donde aliados suyos, antiguos miembros dirigentes y ahora disidentes del PLC no están de acuerdo con esas conversaciones y acusan al ex presidente Arnoldo Alemán de ser colaborador del FSLN y que por tanto no debe proceder ninguna negociación con el PLC. El PLI acusa al PLC de partido corrupto y traicionero, pero dice que está conversando con sus representantes, con Arnoldo Alemán al margen.

“Alemán ha demostrado que tiene sus intereses personales por encima de todo y por eso nunca habrá alianza. Ellos (PLC) siguen de aliados al Frente Sandinista”, afirmó José Adán Bermúdez, aliado del PLI y ex diputado del PLC en el Parlacen.

El aspirante presidencial, Noel Vidaurre ha negado las aseveraciones de que Alemán es un obstáculo para la unidad liberal o que las esté torpedeando, sosteniendo que “eso es absolutamente falso”. “El único que ha hablado con Montealegre he sido yo, aquí Arnoldo ni se ha metido, no tiene nada que ver con estas decisiones o con entablar las conversaciones, el que tiene la iniciativa de estas pláticas soy yo”, dijo el abanderado liberal a La Prensa.

En el ínterin, mientras los liberales siguen confrontándose, el Presidente del Partido Nueva Alianza Cristiana (Panac), Saturnino Cerrato, reverendo evangélico y ex Superintendente de las Asambleas de Dios, cree que él es el mejor candidato presidencial que tiene la oposición.

“Creo que las condiciones están dadas para que la coalición se decida por mí, yo no tengo dudas al respecto. Yo voy adelante, creo que ellos se van a decidir por mí, soy el mejor candidato porque no tengo cola que me pisen, lleno todas las condiciones necesarias para el cargo”, aseguró.

Pero hay otros aspirantes. Se sigue mencionando al empresario radial Fabio Gadea Mantilla, que ya fue candidato presidencial por el PLI en el 2011. El concejal liberal de Managua, Alfredo Gutiérrez ha manifestado públicamente su interés en buscar la candidatura presidencial y el diputado liberal por occidente, Luis Callejas, destapó sus aspiraciones también hace varias semanas.

Al conversar con Raúl Obregón sobre la posibilidad de que los dos principales bloques liberales del país, PLI y PLC, logren una alianza electoral, opina que “1990 fue una gran lección, demostró que sí es posible la unidad aun en condiciones de ideologías aparentemente adversas, ya no se diga, cuando las diferencias son de forma y/o personalidades, como en el caso de los liberales”.

“Lo más sano, es que se diera un proceso de unidad que contribuya al fortalecimiento de la democracia y del bienestar ciudadano”, dice Obregón. Y sobre la posibilidad de que una vez unidos encuentren un candidato capaz de competir con el FSLN, estima que “hasta hoy, esa candidatura no se visualiza con claridad”.

En la dirigencia del PLI se cree que este fue un buen año de proyección para ellos, que terminaron bien posicionados como genuina oposición y que sentaron las bases para el trabajo político partidario del próximo año.

“La oposición este año terminó mejor que el anterior, ganó legitimidad y visibilidad con las protestas, habrá que aprovechar este potencial para ganar masa crítica y hacer un buen papel electoral en el 2016”, dijo a INFORME PASTRAN el diputado Elíseo Núñez Morales.

Núñez es del criterio que “la unidad por muy deseable que sea no justifica el sentarse a esperar por ella y sumirse en la inacción, si se consigue fantástico, si no se consigue lo importante es seguir adelante”.

Pero otros analistas políticos no son tan optimistas con el panorama que ve la dirigencia del PLI y otros dirigentes políticos de otras corrientes.

Para el ex canciller liberal, Francisco Aguirre Sacasa, quien se comunicó con INFORME PASTRAN desde Washington, "el 2015 fue un año de irrelevancia para la oposición nicaragüense”, al alegar que “en un año preelectoral, los partidos procuraron dar la impresión de que se estaban renovando y fortaleciendo, pero la realidad es que estaban atascados y no progresaron en la tarea más importante que tenían: la de unirse”.

“Esto por sus rivalidades y mezquindades.  Demostraron una singular debilidad desde la Asamblea Nacional hasta las calles y fueron vistos por la población como irrelevantes. En esta situación, los gremios empresariales --especialmente el COSEP-- se adueñaron del vacío que crearon los partidos de la oposición y tomaron la iniciativa en apoyar leyes y acciones que contribuyeron al sólido desempeño económico que logró Nicaragua", observó el ex diputado liberal.

De cara al año venidero, Aguirre Sacasa estima que "los líderes de la oposición tienen que dejar de un lado sus rivalidades egoístas y unirse, y esta unidad se tiene que dar antes de junio” del próximo año, cuando se supone que el Poder Electoral establecerá las reglas del juego comicial.

“Si se logra esta unidad, tendrán que reconstruir sus estructuras políticas unidas, elaborar un programa de gobierno conciso pero que aborde las inquietudes que realmente agobian a la población y buscar financiamiento porque es de todos sabidos que no cuentan con la base económica que requieren para hacer una campaña. Además, necesitan nombrar su fórmula y tomar una decisión en cuanto participar o no en los comicios”, subrayó.

“Mi impresión es que ya han decidido ir a las urnas a pesar de que uno de los partidos (el PLI) dice seguir pensándolo. Y lo harán aunque no hayan logrado verdaderas garantías de que los votos se contarán. De esta manera, los partidos se quemarán aún más al mostrarse 'apéndices,' del nuevo sinónimo de zancudos”, dijo Aguirre Sacasa.

Desde el lado de los empresarios, estos no se apuntan en apoyar a ninguna tienda política, ni a candidatos presidenciales, tampoco en financiar la campaña electoral, porque algunas voces de la clase política los han acusado de hacer negocios con el FSLN en el poder a cambio de la institucionalidad y los han atacado por contribuir al buen desempeño económico de la nación.

“El mayor déficit institucional que por mucho tiene Nicaragua es el estado de nuestra oposición y los partidos políticos. Si en Argentina se llamó Cambiemos, en Nicaragua se llama Todo Sigue Igual; si en España es Podemos, en tierra pinolera es No Podemos y no Sabemos, y si en Venezuela es Mesa de Unidad Democrática en nuestro país es La Silla del Egoísmo Partidario. El mundo al revés pues”, aseguró a INFORME PASTRAN el empresario César Zamora, Presidente de la Cámara Nicaragüense de la Energía, agrupada en el COSEP.

“Aquí los líderes de oposición se parecen más a (Nicolás) Maduro que a (Henrique) Capriles. Brincan de la irrelevancia a la incongruencia a la prepotencia y regresan a la irrelevancia. Hay poco que rescatar de una generación política desgastada”, agrega sin reparo.

Zamora rechazó la última posición catastrofista del PLI que ofrece un panorama devastador del país el próximo año.

El PLI criticó lo que consideran comodismo y despreocupación de la gente que no protesta contra el gobierno y no exige elecciones libres y transparentes y observación nacional e internacional, mientras cuestiona a otros partidos de su misma corriente ideológica a los que señala de ser “partidos satélites, cómplices en la liquidación del pluralismo y la democracia” y a la vez llama a los nicaragüenses “a no sacrificar la libertad, la paz y un desarrollo para todos por un mendrugo de pan ni platos de lentejas”.

“El comunicado del PLI es la mejor prueba del estado de las oposición. Si hay algo positivo que mencionar sería el optimismo quijotesco de Noel Vidaurre”, manifestó Zamora.

Otros grupos políticos apuestan a ganar legitimidad con un proceso de elecciones primarias interpartidarias organizadas por Hagamos Democracia, seguros de que tendrán ventaja electoral porque creen que las condiciones políticas, económicas y sociales en el país están cambiando.

“El gobierno del FSLN enfrentará las elecciones presidenciales de Noviembre 2016, en condiciones adversas, tanto en el ámbito político como económico y social. La caída de los precios del petróleo ha traído como consecuencia la derrota de gobiernos aliados al FSLN como el de Argentina con Cristina Fernández y el de Venezuela. 

En Nicaragua ha disminuido fuertemente el financiamiento de Petrocaribe y podría terminar este próximo año. Las fuentes alternas financieras provienen del mundo democrático occidental lo que has hace dependientes de que se respete la democracia, el estado de derecho y el resultado de las elecciones”, opina el Presidente del Partido Conservador, Alfredo César.

César dijo a INFORME PASTRAN que “es indispensable que las elecciones presidenciales de noviembre 2016 sean certificables, porque de lo contrario Nicaragua entraría en una fuerte crisis económica y social”.

El dirigente verde resalta que “los partidos de oposición se han agrupado en tres bloques” y “solo uno de ellos, Unidad Democrática, tiene una nueva propuesta al país contenida en un plan de nación y en la selección de candidatos a la presidencia de la República y a diputados departamentales a través de elecciones primarias interpartidarias, que han sido un mecanismo excelente para lograr la unidad de la oposición y posteriormente el triunfo, tanto en Argentina como en Venezuela” y cuestiona que “los otros dos bloques no presentan nada nuevo”.

Los diferentes grupos opositores tienen visiones diferentes con estrategias disimiles de cómo enfrentar y competir electoralmente con el FSLN. La dirigencia del Movimiento Renovador Sandinista es quien más activa estuvo durante el año, no solo en los medios de comunicación social y las redes sociales, sino en presencia activa en aquellos lugares en donde se presentaron problemas y reclamos sociales. Y son los más duros rivales.

La dirigencia del MRS, al margen de su alianza política electoral con el PLI, estuvo al frente de las protestas contra el proyecto del Canal Interoceánico, siendo ellos la columna vertebral del movimiento anti canal; en las protestas contra la minería de cielo abierto en Rancho Grande, Matagalpa; en las protestas de los enfermos de Insuficiencia Renal Crónica en Chichigalpa y en las protestas en la Mina El Limón, en donde los trabajadores paralizaron la compañía y se enfrentaron a la Policía Nacional, con resultado negativo de muertos, heridos, daños a la propiedad privada y pérdidas millonarias.

Incluso, la Presidenta del MRS, Ana Margarita Vijil, desplazó a los liberales como la auténtica oposición, al visitar varias veces la capital de Estados Unidos para exponer la visión de ese sector de la oposición, de la Nicaragua que ellos ven. El MRS logró además copar influyentes medios de comunicación, como el diario La Prensa, que los destaca en sus páginas políticas, les da amplios espacios en su página editorial y coincide con sus posicionamientos políticos, y tiene a sus economistas y analistas como fuente de cabecera permanente. Incluso en el semanario satírico El Azote nunca se ven chascarrillos hacia el MRS, todo apunta al gobierno y sus principales figuras y al PLI, particularmente contra Eduardo Montealegre, y por supuesto, contra todo aquel que no piense como el rotativo y su línea editorial.

Algunos de sus dirigentes tienen propuestas distintas a sus aliados del PLI, que ha anunciado visitas casa por casa para ganar simpatías y exponer sus cuestionamientos al gobierno. Estos quisieran protestas masivas y paralización del país, como una desobediencia civil al Estado.

El ex militar y diputado ante el Parlacen por el PLI, Hugo Torres y el ex comandante sandinista de los 80, Henry Ruiz aseguran que el 2016 será un año de intensas batallas políticas.

“Será un año en que la población deberá tomar conciencia sobre la necesidad de poner un alto al régimen de Ortega, que atropella los derechos humanos y civiles. El llamado a la desobediencia civil es lo más correcto” dijo Torres a La Prensa, al sostener que se debe rechazar la recién aprobada Ley de Seguridad Soberana, de la que el FSLN asegura es para reforzar la seguridad que goza la población.

En tanto, Ruiz, que fue Ministro de Planificación en los años 80, dice que la oposición debe ir a las calles, pero tampoco debe participar en las elecciones de noviembre del próximo año.

Desde la acera de enfrente, el Coordinador de la fracción parlamentaria del FSLN, Edwin Castro rechaza los argumentos de la oposición de una supuesta persecución política, represión, falta de libertades y libertad de expresión.

“Ellos (PLI) son la oposición, deben decir algo malo en cuanto a la transparencia electoral y democracia, sin embargo el pueblo es quien al final dará su voto y ratificará o no los planteamientos de cada partido. Dicen que no hay libertad de expresión y dicen lo que quieren en los medios de comunicación, muchas veces hasta calumnias y ahí están, nadie les hace nada”, dijo Castro a El Nuevo Diario.

“Aquí se hacen marchas para decir que no hay democracia y las marchas van en camino, si eso no es democracia, pues yo no sé qué es. Esa es la realidad que se está viviendo”, añadió el legislador sandinista.

Para el ex contra, Guillermo Miranda, “el reto de la oposición para el 2016 es lograr unas elecciones transparentes mediante la gestión internacional y la presión nacional, porque logrando esto ganamos todos, porque solo un triunfo legitimo garantiza la estabilidad y la paz de la Nación”.

Pero el gran reto sigue siendo la unidad opositora. Los números no dan para más y las estadísticas no mienten. En tres bloques el resultado electoral será igual o menor al de 2011.


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