jueves, 17 de septiembre de 2009

La oposición nacional al golpe de Estado se convierte en fuerza social

por Jennifer Moore

La Directora de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Leticia Salomón, sostiene que nadie previó la amplia oposición al derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, producido el 28 de junio de 2009.


Ahora, después de más de dos meses, el país está en gran medida aislado de la comunidad internacional y diversos sectores de la sociedad hondureña siguen protestando a diario en las calles. Como resultado de ello, Salomón estima que los costos para los conspiradores golpistas se han convertido en una carga demasiado pesada.


La socióloga y economista se resiste a especular sobre cómo el régimen golpista podría caer, a la vez que expresa preocupaciones frente a la mayor participación de militares y sectores empresariales en los asuntos políticos; pero, dice: "Hay un hecho que es cierto, no se puede mantener este gobierno hasta noviembre, al día de las elecciones. Y no se va a mantener por varias razones.


No solamente por la protesta social que está en las calles”, sino porque choca con los intereses de los empresarios y de los políticos".


En su opinión, el sector empresarial de Honduras jugó un papel clave en el golpe de Estado. Aquellos empresarios "que pensaban que un golpe de Estado era cuestión de miles de dólares y nada más, ya llevan miles y millones invertidos en esto.


Y no solamente de dinero que han sacado de su bolsillo, sino del impacto económico de la toma de carreteras, de los paros, y de la huelga. Los mismos empresarios reconocen que eso ha sido terrible para ellos y por ello, un fuerte sector de empresarios ha empezado a presionar para que le encuentren una salida, porque ya han llegado al límite de lo aceptable del costo económico del golpe".


Pero más allá de haber estorbado los planes golpistas, Salomón añade que la amplia resistencia nacional al golpe de Estado está generando una nueva "fuerza social" en el país, con la que cualquier futuro gobierno tendrá que lidiar.


En una entrevista con ALAI, realizada el 31 de agosto de 2009, esta investigadora, quien trabaja también en el Centro de Documentación de Honduras, habla sobre los intereses que están detrás de la expulsión de Zelaya, identificados con políticos, grandes negocios y las fuerzas armadas. También se refiere a las tensiones adicionales que pudieran provocar el ocaso del apoyo al régimen de facto.


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http://www.alainet.org/active/33047



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