viernes, 4 de junio de 2010

José Miguel Insulza: regreso de Honduras a la OEA depende del retorno de Zelaya

TeleSUR

El tema del retorno de Manuel Zelaya a su país será el más importante este domingo en la Asamblea General de la OEA que se celebrará en Lima, Perú, ha informado el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza.


La presidenta de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Souhayr Belhassen, ha demandado a la OEA que se mantengan las sanciones políticas y diplomáticas impuestas a Honduras mientras no se compruebe, mediante observadores, "el verdadero restablecimiento de la democracia, la independencia de los poderes del Estado y el respeto de los derechos civiles y políticos".


El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, señaló este jueves que el retorno de Honduras al sistema interamericano sólo será posible si el ex presidente hondureño, Manuel Zelaya regresa a su país en "absoluta tranquilidad".

"El retorno (de Zelaya) permitirá avanzar en el reingreso de Honduras a la OEA", indicó Insulza desde Lima, tras recordar que una orden de detención contra Zelaya en su país le impide volver.


Acotó que "el camino para muchos países de América del Sur pasa por el retorno de Zelaya en condiciones de absoluta tranquilidad".
Insulza informó que el tema del retorno del ex presidente derrocado por fuerzas militares hondureñas al mando del gobierno de facto que luego comandó Roberto Micheletti, será tratado en la Asamblea General que comenzará este domingo en Lima (capital) Perú.

"El tema central es el retorno del presidente Manuel Zelaya a Honduras. Deberán darle garantías de que no va a ser objeto de ninguna represalia", señaló el alto funcionario de la OEA.

Asimismo, expresó su esperanza de que la asamblea de Lima pueda "avanzar en algo" sobre la reincorporación de Honduras a la OEA, suspendida desde el golpe de Estado de junio de 2009 contra Zelaya.
Insulza consideró que "es bueno que (Honduras) vuelva a la OEA, muchos temas de derechos humanos e institucionales pueden ser resueltos mejor con Honduras dentro que fuera de la OEA".

Por su parte, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) instó a la OEA a que mantenga la suspensión a Honduras, al considerar que "no se ha establecido la normalidad democrática" tras el golpe de Estado.
La presidenta de la FIDH, Souhayr Belhassen, exigió que se mantengan las sanciones políticas y diplomáticas impuestas a Honduras mientras que no se compruebe, mediante observadores, "el verdadero restablecimiento de la democracia, la independencia de los poderes del Estado y el respeto de los derechos civiles y políticos".

A través de un comunicado, la FIDH advirtió que la actual administración hondureña "no merece ser legitimada", porque no ha sido elegida conforme a lo establecido en el Acuerdo Tegucigalpa-San José, propuesto por el ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y que exigía la restitución de Manuel Zelaya al poder, y la solicitud al gobierno de facto de restablecer las garantías constitucionales en la nación, estos puntos nunca se cumplieron.


La organización de Derechos humanos exhortó a la OEA a que apoye la creación de una Comisión de la Verdad Alternativa, debido a que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación vigente "limita su estudio a un breve periodo de tiempo y no investiga las violaciones de derechos humanos".

Contra Zelaya pesa una orden de captura por varios delitos que le imputa el Ministerio Público, entre ellos el supuesto abuso de autoridad y traición a la patria.
El pasado mes de mayo, el gobernante hondureño, Porfirio Lobo, había reiterado que "nadie va a meter preso a Zelaya si regresa al país, porque es hondureño y se le garantizará un trato justo, el de ex presidente de la República".

Sin embargo, sostuvo que Zelaya tendría que presentarse a los tribunales, en cuanto pise suelo hondureño.
Manuel Zelaya ha afirmado que quiere regresar a su país, a pesar del peligro de ser detenido por la justicia ante los supuestos delitos que se le imputan, y acusó a Estados Unidos de limitarlo porque "protege la impunidad de los golpistas".

El 21 de septiembre de 2009, el ex presidente Zelaya estuvo refugiado en la embajada de Brasil, donde permaneció con su esposa y otros cercanos colaboradores hasta el 27 de enero, para posteriormente trasladarse a República Dominicana, en compañía del mandatario del país caribeño, Leonel Fernández, quien le brindó alojamiento en calidad de huésped distinguido.


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